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hoy soy toda ofrenda
Después de tres años de haber llegado a España y de, por lo tanto, convertirme en una mujer migrante, corto mi largo cabello en el océano Atlántico de Galicia. Convierto el corte en un pequeño ritual que respeta el simbolismo que tiene el cabello para las mujeres andinas: en las trenzas negras duermen pedazos de mi historia personal y de la historia colectiva de mis ancestras. Una vez cortado, entrego mi trenza como ofrenda a la naturaleza y pido cambios de energía para los años venideros. Espero que, a través del vaivén del mar, las hebras de mis cabellos lleguen al océano Pacífico y puedan visitar mi casa.
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Vídeo-performance y fotografía analógica
5”40’ / 100 x 150cm
2020
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